"Tus cartas individuales, personal y del Alma"

Los arcanos mayores del Tarot son un conjunto de símbolos arquetípicos válidos para cualquier persona en cualquier marco cultural. Pero de este conjunto (de por sí tan amplio y aparentemente impersonal) podemos extraer cartas que nos afectan directamente. Estas cartas individuales son la carta personal y la carta del alma. En este ejercicio aprenderás a conocer cuáles son tus cartas individuales, las que te acompañarán durante toda tu vida.

Tu carta personal
Para determinar cuál es tu carta personal, simplemente suma los dígitos del día, mes y año de tu nacimiento. Una vez hecho esto, reduce la cifra sumando cada uno de sus dígitos tantas veces como sea necesario hasta hallar un número entre 1 y 22. Ese número corresponde al tu arcano mayor personal. En este cálculo, se con- sidera que el arcano número 22 corresponde a la carta del Loco. 

Lo entenderás mejor con un ejemplo:
Fecha de nacimiento: 18 de noviembre de 1962
Suma de los dígitos de la fecha: 18 + 11 + 1962 = 1991
Reducción de la cifra: 1+9 +9+1=20 (menor que 22)
Carta personal: El Juicio

Veamos otro ejemplo:

Fecha de nacimiento: 
19 de septiembre de 1958
Suma de los dígitos de la fecha: 
19 + 9 + 1958 = 1986 
Reducción de la cifra:
1 + 9 + 8 + 6 = 24 (mayor que 22, hay que seguir reduciendo)
Reducción de la cifra: 2 + 4 = 6 (menor que 22)
Carta personal: Los Enamorados 


Tu carta del alma
Partiendo del número de tu carta personal, calculamos tu carta del alma reduciendo la cifra hasta un dígito entre 1 y 9. Siguiendo el primer ejemplo:
Carta personal: 20 (El Juicio)
Reducción de la cifra: 2 + 0 = 2 (menor que 9)
Carta del alma: La Sacerdotisa

El segundo ejemplo:
Carta personal: 6 (Los Enamorados)
Reducción de la cifra: 6 (menor que 9)
Carta del alma: Los Enamorados

En este caso, coinciden la carta personal y la carta del alma. Ten en cuenta que tu carta personal puede ser cualquiera del arcano mayor, pero tu carta del alma sólo puede ser una de las nueve primeras.

Una vez hayas realizado los cálculos, toma tu baraja del tarot y busca tu carta personal y tu carta del alma. Anota en tu cuaderno del tarot los números y los nombres de ambas cartas.
Tu carta personal indica cuál es tu propósito en esta vida. Señala cuáles son tus habilidades naturales y el terreno en el que más fácilmente puedes brillar y aprender. Es una expresión de tu personalidad. Tu carta del alma explica cuáles son los deseos mas profundos de tu corazón, las grandes lecciones que has venido a tratar en esta vida. Tiene un significado más espiritual.

Cuando la carta personal y la carta del alma coinciden, el propósito vital de la persona está en clara sintonía con su personalidad y habilidades. Esta es una combinación común en los maestros espirituales o en aquellos que están viviendo una encarnación particularmente importante en su desarrollo vital. La persona con esta combinación está muy centrada y puede lograr grandes resultados.
Observando las dos cartas —o la carta, si sólo es una— anota todo lo que te sugieran sus imágenes. Hazte preguntas como: ¿qué relación tienen conmigo? ¿Me identifico con ellas? ¿Qué haría yo si fuera uno de estos personajes? ¿Qué mensaje quieren transmi- tirme? Como siempre, anota todo lo que sientas y pienses, sin censuras. Nadie va a leerlo, así que debes expresarte con libertad.
Cuando hayas reflexionado sobre ellas y hayas tomado nota de lo que ambas te sugieren, busca las descripciones de ambas cartas en las Lecciones 3 y 4 de este curso. Lee sus descripciones y medita sobre ellas unos instantes. ¿Modifican tus primeras impresiones? ¿Qué ideas nuevas te aportan? El propósito de esta parte del ejerci- cio no es que corrijas tus primeras ideas, sino que amplíes el significado que ambas cartas pueden tener para ti.
Una vez hayas tomado nota de todo, cierra el cuaderno, guarda las cartas y dedícate a cualquier otra actividad. A partir de este momento, ambas cartas son tuyas para siempre, y en cualquier momento podrás volver a verlas y a meditar sobre ellas. Cuando tengas oportunidad, haz una fotocopia de ambas cartas y colócala en un lugar visible. Deja que se conviertan en un mándala, en un punto de concentración. En los momentos de duda o de dificultad. Busca estas cartas en tu tarot, obsérvalas y medita sobre ellas. También puedes dejarlas bajo la almohada, deja que, a partir de este momento, sean tus guías personales.

Fuente: El Gran libro del Tarot de Rider Waite



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