Consciencia Social y Espiritualidad

El camino de la espiritualidad es un proceso largo y constante, de mucha conciencia personal, el cual pasa por diferentes fases para llegar a vivir espiritualmente. En este camino, nos enfrentamos a poder lograr tener una actitud menos dependiente, a desarrollar nuestra capacidad de amar y de enfrentar duelos y pérdidas, a darle un sentido a nuestra búsqueda de la felicidad y de tomar la decisión de intentar volvernos más sabios cada día. Es así, como comienza la búsqueda de nuestra esencia como personas, como un camino que debemos recorrer de manera constante, para poder acercarnos al plano espiritual. Pero muchas veces, nos olvidamos de esta definición y nos enfocamos sólo a lo personal, sin darnos cuenta de lo social, que también es una parte de nuestro ser individual y no un opuesto.

Sabemos que la espiritualidad tiene que ver con conectarnos con nuestro propio poder, con ser conscientes de que hay algo más allá de nuestra existencia en el plano terrenal y es justo en este punto, donde tratamos de desentendernos muchas veces de lo que pasa a nuestro alrededor, sin querer ver que los problemas sociales que aquejan a las personas que nos rodean, están totalmente relacionados con cómo se sienten y a su vez de cómo actúan con nosotros y su propio entorno próximo.

En diferentes oportunidades, he escuchado y he visto como personas al tomar el camino de la espiritualidad, se alejan de la realidad en la que están inmersas. No ven ni escuchan noticias, se alejan de lo que pasa en el mundo. Nosotras mismas, hemos pasado por momentos en los que nos sentimos sobrepasadas por lo que pasa a nuestro alrededor y hemos estado preocupadas de perder la conexión espiritual en la que tanto hemos trabajado. Sin embargo, vivir en una burbuja sin querer saber lo que sucede a nuestro entorno, no es la manera y no nos ayuda a esta evolución espiritual que tanto necesitamos y buscamos continuamente. Es verdad, nos encontramos en un mundo saturado de información, que nos colapsa y nos genera frustración, impotencia y miedo, pero ahí está nuestro poder de discernir qué es lo que tomo de las redes sociales y de los medios informativos y cómo es capaz de reaccionar mi ser, frente a esos estímulos. Esta es una de las grandes pruebas que nos toca enfrentar, respecto a nuestro crecimiento y evolución interior. No podemos caer en las polaridades de desconectarnos de la realidad y vivir solo en el plano espiritual. Somos seres sociales y por lo mismo no podemos cerrar los ojos ante la realidad social que vivimos, porque somos parte de ella.

En este sentido, debemos entender, que en el camino de la espiritualidad, es absolutamente necesario saber que somos parte de una sociedad no perfecta y que el querer llevar energía y pensamientos positivos no bastan, debemos tener acciones concretas que ayuden a otras personas y a la comunidad. Es por esto, que creemos que la espiritualidad debe servir para tomar consciencia de nosotros mismo pero también de nuestro alrededor y llevar a cabo acciones que tal vez no sea gigantes pero que sí pueden contribuir a cambiar las cosas y tener una postura activa y consciente, sin que eso signifique radical y enceguecida. No podemos seguir pensando que la espiritualidad solo sirve para resolver problemas propios mientras lo de afuera se desmorona, debemos ser consecuentes. El mensaje no es dejarnos llevar por la confusión,la tristeza, el miedo, la rabia o la impotencia para comenzar hacer algo. Es momento de comenzar a habitar el mundo de forma distinta y sin indiferencia, este planeta también es de nosotros. Espiritualidad y consciencia social no son opuesto, son complemento para tratar de ser cada día más sabios.